hace tanto viento que ventea. esa frase la escribí hace mucho.
que triste es beber agua en una botella de medio litro que recargas cada media hora, mientras intentas ver una película con acento cortaciano y protagonista de nombre oliverio; por anacronismo sería, porque la película era un santo tostón.
hacía un año que no conseguía desenroscar el pendiente del labio, et voila, hace una hora salió sin problemas ante el estado nervioso de mis dedos.
en situaciones límite la fuerza centrífuga de las falanges siempre es un valor en alza.
no consigo traducir ni media frase latina, eso es más triste aun.
que se te quede un estribillo idiota en la cabeza que consista en repetir una frase sin sentido aun es más triste, lo malo es cuando, como si de una epidemia no erradicada se tratara, terminas por traspasarle el tic a toda tu familia y la acaba tarareando la casa entera.
esta tarde me comí un bote de soja entero, las tiras daban vueltas entre el estómago y el intestino delgado, luego hice una hora de bicicleta estática, del carrefur claro, volví a mi intensa actividad intelectual y me zampé dos bolsas de patatas fritas entre medias.
que gran tarde de jugos gástricos patrocinados por lays-un-punto-de-sal, con el 70 % menos de grasa.
innovaciones tecnológicas, que triste.
no hay quien duerma, hace tanto viento que ventea; pero por suerte no tengo los tobillos hinchados y la botella de medio litro de agua aun esta fresca.
si llueve prometo sacar la cabeza por la ventana y cantar algún estribillo tonto.
palabrita del niño jesús.
Current mood: the ghosts you draw on my back ...salty tounges